Chorros de mercurio corrieron hacia los huecos de su cuerpo para penetrarle. Era cerca del medio día. La pared estaba repleta de palabras con muy mala ortografía. Esta carta reposaba entonces sobre su cuerpo. El cuarto donde se hallaba muerto olía a mierda. Los grillos no querían cantar. Mientras, yo, me di cuenta que estaba hecha de arroz; minúsculos granos de arroz blanco que se iban deshaciendo junto a su cadáver, regando mis memorias por todo el cuarto…
Chorros de mercurio corrieron hacia los huecos de su cuerpo para penetrarle. Era cerca del medio día. La pared estaba repleta de palabras con muy mala ortografía. Esta carta reposaba entonces sobre su cuerpo. El cuarto donde se hallaba muerto olía a mierda. Los grillos no querían cantar. Mientras, yo, me di cuenta que estaba hecha de arroz; minúsculos granos de arroz blanco que se iban deshaciendo junto a su cadáver, regando mis memorias por todo el cuarto…
Comentarios
Publicar un comentario