DeRochaDas

Estatua de miel, punto y rechazo.

Carne. Vapor. Saliva. Cenizas de espacio.
Toqué el fondo y era plásico fundido,
derretido en hueco.
Ahora sé qué está vacío.

La epinefrina me concierne. La enderezo sobre mis labios,
donde moriste con mis vicios.

 Cerca fue de ser eterno, no te preocupa, sos inerte.
Es es imposible en un suspiro.

Lo sabes, cariño.
Ya no me importa como ves, absurda muere, el aemeoerre queda en madrugada.
El infierno lo hago mío.
El tormento de tu mente.
Aturdida.
Ideas.
Palabras.
Personas.
Canciones y grietas que fuman el olvido.
Lo sé. Lo pienso y me río.

Sé quien soy, no te preocupes.
Espera, deja y vuelvo conmigo.

Riega más talco en el espejo,
ya no quiero ver más entes;
no más moradas, no más moradas.

Aemeoerre. Miro tus ojos cafes, los que cuando mientes se decoloran.
Aemeoerre. Hasta el final, con exclusividad para ti aunque no la merezcas, ¿por qué?, no quiero decirlo otra vez, pero es demasiado sencillo...

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